En mi casa calasancia, en la tuya, en esta casa en la que todos hemos compartido un puñado de momentos que hacen que, al mirar hacia atrás, sonría el corazón.
¡¡Estamos de fiesta!! Porque Faustino dejó a Dios hacer en su vida...y sólo así pudo construir esta casa de puertas abiertas, de luces que brillan, de sonrisas amplias, de abrazos sinceros, de palabras buenas, de niños que crecen y de mayores con corazón de niños...
¡¡Estamos de fiesta!!
Y vamos a celebrarlo de la mejor manera que sabemos...aprendiendo, sonriendo, trabajando, rezando, jugando, ayudándonos...y dando cada día gracias a Dios por habernos regalado la mejor casa que se puede tener, la nuestra, la Calasancia.
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