LA FRATERNIDAD, UN DON Y UN COMPROMISO

Dejemos obrar a Dios que para mejor será (B. Faustino Míguez)

domingo, 1 de junio de 2014

Domingo de la Ascensión


En el día de la Acensión del Señor al cielo, en medio de interrogantes e incertidumbres, los seguidores de Jesús seguimos caminando por la vida, trabajados por una confianza y una convicción. Cuando parece que la vida se cierra o se extingue, Dios permanece. El misterio último de la realidad es un misterio de Bondad y de Amor. Dios es una Puerta abierta a la vida que nadie puede cerrar.

Oremos...


  • Para que los cristianos no perdamos de vista al Señor Jesús, el hermano mayor a quien pretendemos seguir.
  • Por todos los cristianos que están "ahí plantados mirando al cielo", descuidando los problemas de la tierra, y pensando que los asuntos de este mundo les distraen de los bienes celestes; para que superen el espiritualismo dualista.
  • Por los hombres y mujeres que sólo miran a la tierra, para que nuestro testimonio de una fe que no aliena sino que libera les lleve a descubrir que la fe es capaz de humanizar y dar profundidad a sus vidas.
  • Para que los cristianos sepamos combinar adecuadamente el cielo y la tierra, el más allá y el más acá, la trascendencia y la inmanencia, la fe y las obras, la esperanza y el compromiso aquí y ahora.
  • Para que la fe en la victoria de la vida sobre la muerte nos dé una reserva de esperanza inclaudicable que contagie a nuestros hermanos.


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