LA FRATERNIDAD, UN DON Y UN COMPROMISO

Dejemos obrar a Dios que para mejor será (B. Faustino Míguez)

viernes, 22 de noviembre de 2013

Acaba el Año de la Fe

El domingo acaba el Año de la FE. Desde que Benedicto XVI lo convocó en octubre de 2012 hemos tenido cientos de oportunidades para reflexionar, meditar, cuidar, avivar, compartir, aprender y fortalecer nuestra fe.

No es fácil ser cristiano hoy. Demasiado complicado en esta sociedad que presume de tolerancia y respeto por la libertad ajena pero que luego critica, rechaza o pone trabas a lo que fundamenta nuestra vida; o más bien, a Quien es el pilar que nos sustenta: Jesús de Nazaret resucitado.

En realidad, este Año de la Fe no acaba. Es un punto de partida desde el que seguir caminando y creciendo. Quizás ha sido un poco "tirón de orejas" para caer en la cuenta de lo acomodados que estamos, y la fe no se puede dar por hecho y ya está. Hay que mimarla y cuidarla para que no se enfríe o rutinice.  
Ahora que nos hemos lanzado a conocer el catecismo, a profundizar en el credo, a rezar un poco más, a ser más generosos con nuestro tiempo y nuestras cosas... no dejemos que decaiga el ánimo, no andemos arrastrando nuestra vida. Amemos los altos vuelos de la fe que nos acercan a Dios y a nosotros mismos.

En este Año de la Fe que nos lanza hacia adelante... ¡Bienvenido a tu interior!




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